sábado, 13 de octubre de 2012

Sentirnos útiles es importante cuando nos hacemos mayores

Marino Malagón, 74 años, seis nietos y tres biznietos, ex guardia civil. Esta podría ser la carta de presentación de cualquiera de los ocho millones de mayores que existen en España. Sin embargo, Marino además sigue activo. Es presidente de una asociación de jubilados y pensionistas en Castellón que él mismo fundó hace 17 años. Comenzaron ocho socios y hoy son casi mil. «Cada año se apuntan 200 más. El mayor beneficio —dice— es sacar a las personas mayores de los bancos, de las plazas y del sofá para aportarles actividad, para que se sientan útiles y se relacionen con otras personas de su edad. Eso es vida».

Él gestiona toda esa labor: talleres de gimnasia, pintura, yoga, decoración, alfabetización... Viajes por España y, en proyecto, a países extranjeros. «Para viajes largos y caros está la cosa fastidiada —se lamenta—, porque la crisis está pegando muy fuerte y muchos abuelos tienen que ayudar a sus hijos y nietos».

«Soy una buena vieja»
Mercè Mas, 80 años, 7 hijos y 17 nietos, trabajadora social desde los 50. "Los chicos comenzaron a independizarse y ya nadie se comía mis pasteles. Así que pensé que era mejor poner mis pequeñas capacidades al servicio de los demás". Hoy disfruta de una ajetreada jubilación: es miembro del Consejo Estatal de Personas Mayores en el Imserso, también forma parte del grupo de trabajo de personas mayores del Consejo Municipal de Bienestar Social de Barcelona y participa de forma muy activa en otras entidades y organizaciones.

«Soy una buena vieja», afirma. Desde luego, actividad no le ha faltado en su proceso de envejecimiento. «Parece que no hay nada positivo en la vejez y es una etapa de la vida como las otras, con muchas pérdidas, pero también con cosas buenas. La clave está en vivir, en ser conscientes de que la vida cambia, pero sigues estando en el mundo, y si quieres seguir formando parte de él has de seguir relacionándote con los demás, hay que seguir siendo miembro activo de la sociedad y colaborar en ella en lo que sea posible, pero siendo consciente de que eres viejo. He procurado mantener las inquietudes que tenía en mi edad adulta (hasta el pasado año esquiaba con sus nietos) y he adquirido algunas nuevas, como jugar a las cartas en la plaza del pueblo durante los veranos. Es un lugar de relación entre muchas generaciones. Las cartas son la excusa».

El valor de los mayores
Son dos de los miles de ejemplos de personas mayores que se mantienen activas y que en el Día Internacional de las Personas Mayores han salido a la luz, como muchos otros. No solo cuidan su salud, hacen deporte y llevan una dieta equilibrada, sino que participan en la sociedad, hacen oír su voz, aportan experiencia y se sienten útiles. Y en eso consiste el envejecimiento activo, como han recordado cientos de organizaciones que pretenden concienciar y sensibilizar a todos para lograr ese objetivo.

La campaña «Está en tu mano», de la Unión Democrática de Pensionistas (UDP), pretende romper los mitos y reivindica el valor de los mayores con diez veteranos que colaboran en diferentes proyectos: desde un comedor social, a dar clases de pandereta o siendo voluntarios. O como los 44 testimonios de mayores que reúne el libro «La experiencia de envejecer», de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (Segg). Son solo algunos ejemplos de que la vida continúa, en todo los sentidos, durante la vejez.

Cómo llegar a la plenitud
Mantener activa la mente, entrenar la memoria, leer y estar al día.

Evitar la soledad y tener una vida social activa, cultivando las relaciones.

Desarrollar actividad física constante. Desde andar una hora al día hasta ir al gimnasio.

Realizar una dieta equilibrada rica en fibra, vegetales, frutas y baja en grasa, con una correcta aportación de calcio y una hidratación adecuada.
Fuente: http://www.todoparalafamilia.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1959:sentirnos-utiles-es-importante-cuando-nos-hacemos-mayores&catid=4:mayores&Itemid=6

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