El empeño, rigor y buen hacer del científico más audaz del comienzo del siglo XXI, Shinya Yamanaka, ha logrado el desarrollo de las células iPS, las famosas células adultas rejuvenecidas hasta hacerlas pluripotenciales, es decir, capaces de generar la mayoría de los tejidos. Y esto sin destruir embriones ni violentar a chicas jóvenes para conseguir sus óvulos.
Esta encrucijada de las ciencias biomédicas de vanguardia refleja la fusión de las tres corrientes científicas más importantes y, a su vez, ha dado lugar a nuevas ramas de la investigación muy florecientes. Pero lo más importante, siéndolo mucho el trabajo realizado, es poder responder hoy la pregunta clave que muchos debatían y aún se debate ante las iPS ¿Son estas células rejuvenecidas funcionalmente equivalentes a las células madre sacadas de embriones? Se responde por la ciencia, no por la política o los negocios.
Ya desde el principio del debate, en el que se jugaba el final de la destrucción de embriones para obtener sus células, -después de la falsa y fraudulenta “clonación terapéutica”, que supuso una guerra sin cuartel por el dinero y las ideologías-, Yamanaka tuvo el valor de decir que no creía que las células embrionarias fueran el mejor medio de control para las nuevas células que había descubierto.
Pensó que los estudios deberían centrarse en la capacidad propia de las células rejuvenecidas para formar nuevos tejidos, órganos y organismos modelo, como una línea en paralelo y no dependiente de las procedentes de embriones.
El 14 de junio Yamanaka publicaba en Cell Stem Cell un artículo de los que pasaran a la historia:
Ahora la tecnología que puso en marcha está lista para muchas aplicaciones, incluyendo las terapias regenerativas. Faltan confirmaciones pero es lo que la ciencia, la medicina necesitaba.
Los negocios se verán muy beneficiados porque el producto es de la mejor calidad posible hoy por hoy, y no hay doblez ni engaño.
La política científica racional tiene mucho para impulsar. Se ha terminado la visceralidad, la ideología y el amiguismo chato, que nos ha machacado a los científicos en los últimos gobiernos de nuestro país. Y sigo preguntándome ¿serán capaces de no darle ya el Nobel de Medicina y el de Química por lo menos?
Esta encrucijada de las ciencias biomédicas de vanguardia refleja la fusión de las tres corrientes científicas más importantes y, a su vez, ha dado lugar a nuevas ramas de la investigación muy florecientes. Pero lo más importante, siéndolo mucho el trabajo realizado, es poder responder hoy la pregunta clave que muchos debatían y aún se debate ante las iPS ¿Son estas células rejuvenecidas funcionalmente equivalentes a las células madre sacadas de embriones? Se responde por la ciencia, no por la política o los negocios.
Ya desde el principio del debate, en el que se jugaba el final de la destrucción de embriones para obtener sus células, -después de la falsa y fraudulenta “clonación terapéutica”, que supuso una guerra sin cuartel por el dinero y las ideologías-, Yamanaka tuvo el valor de decir que no creía que las células embrionarias fueran el mejor medio de control para las nuevas células que había descubierto.
Pensó que los estudios deberían centrarse en la capacidad propia de las células rejuvenecidas para formar nuevos tejidos, órganos y organismos modelo, como una línea en paralelo y no dependiente de las procedentes de embriones.
El 14 de junio Yamanaka publicaba en Cell Stem Cell un artículo de los que pasaran a la historia:
Ahora la tecnología que puso en marcha está lista para muchas aplicaciones, incluyendo las terapias regenerativas. Faltan confirmaciones pero es lo que la ciencia, la medicina necesitaba.
Los negocios se verán muy beneficiados porque el producto es de la mejor calidad posible hoy por hoy, y no hay doblez ni engaño.
La política científica racional tiene mucho para impulsar. Se ha terminado la visceralidad, la ideología y el amiguismo chato, que nos ha machacado a los científicos en los últimos gobiernos de nuestro país. Y sigo preguntándome ¿serán capaces de no darle ya el Nobel de Medicina y el de Química por lo menos?